“NO SE TURBE VUESTRO CORAZÓN”
April 19, 2019Jesús dijo: “No se turbe vuestro corazón” (Juan 14:27)
Horas antes de que Jesús fuera capturado para ser acusado falsamente, ser golpeado de manera cruel y así llegar a la cruz, habló con sus discípulos dándoles uno de los mensajes más impresionantes: “No se turbe vuestro corazón”, y añade, “ni tenga miedo” (Juan 14:27RVA)
Jesús sabe que los acontecimientos que está por enfrentar, marcarán la vida de sus discípulos así como el del resto de la humanidad para siempre; no es algo simple, no es un hecho y nada más, no es un momento más en la vida de Cristo encarnado, él está por entregar su vida para ser sacrificado de la manera en que las escrituras lo establecieron.
Isaías 53 está por cumplirse y Jesús de manera gloriosa les dice a sus ahora amigos: “no se inquieten sus corazones y no tengan miedo” esta confesión de nuestro salvador no es una consolación absurda o ánimos para enfrentar lo que está por suceder, por el contrario, Cristo encarnado está ocupando sus últimas horas con sus discípulos para dejarles su paz con la cual pueden vencer la inquietud y el miedo.
Miremos el amor de Jesús quien, antes de su martirio no está pensando en él sino en dejarnos su paz, la paz que el mundo no puede dar, los sufrimientos de Cristo están por suceder y él nos consuela con su paz, la muestra de su inagotable y accesible amor empieza a desbordarse y las futuras bendiciones de sus sufrimientos ya comienzan a ser depositadas en nosotros.
Cristo está por tomar nuestro lugar de castigo y su deseo es que nosotros tengamos su paz; su deseo antes de su aflicción es que su paz esté en nosotros, el gran intercambio: “el justo por los injusto” (1Pedro 3:18 RVA) es nuestra garantía para recibir sin condenación su paz gratuita y suficiente.
Notemos que Jesús usa la frase: “mi paz”, él comienza sus pasos hacia la cruz dando su paz; todo lo que Cristo ganó para nuestro beneficio delante de Dios comienza con su amorosa declaración “mi paz les doy”; ahora si Jesús es el dador de paz, entonces tiene que haber naturalmente un receptor, es decir somos nosotros los que mediante la Fe podemos permanecer en su paz, la que sobrepasa nuestro entendimiento y que el mundo no da ni puede entender.
Parafraseando lo que podría haber sido el momento en el que Jesús ofrece su paz, pienso que sería algo como esto; “amados amigos, estoy por absorber la ira de Dios por motivo de sus pecados, estoy por acabar con el imperio de la muerte y del pecado, seré azotado por los romanos, después crucificado, muerto y sepultado al tercer día resucitaré para vencer a la muerte, y así por medio de la Fe en mí llevarlos al Padre, por lo tanto, no se turbe su corazón ni tengan miedo…”
Puesto que somos los receptores de su paz entonces debemos permanecer en su paz, a pesar de nuestra naturaleza caída que nos arrastra lejos de esa paz, debemos luchar por permanecer en la paz que Jesús da no importando que la aplastante realidad de este mundo nos susurre al oído: “no es posible tener paz” y satanás lance dardos de fuego para orillarnos a considerar que Dios está distraído y no se ocupa de nosotros.
Una perspectiva bíblica de la Paz.
La palabra paz se menciona en 379 versos de las escrituras en el antiguo y nuevo testamento, de ellos, 107 versículos del antiguo testamento contienen la palabra en hebreo: “Shalám” la cual es una raíz primaria que señala la acción de: “ser recíproco” esta palabra está utilizada mayormente en la ley para temas de retribuir por una falta o un robo a otro, cada retribución tenía una cantidad para resarcir el daño pero también era una acción que sentaba la bases para la reconciliación entre las partes.
Jesús vino a traer paz entre Dios y el hombre por medio de la reconciliación de Dios, debido a lo que nosotros perdimos al pecar contra Dios, al darnos Jesús su paz estaba garantizando su obra completa de redención en la cruz para ejercerla en nuestra vida, así que la paz no es solo ausencia de conflicto si no las condiciones de reconciliación y restablecimiento de la relación entre Dios y los hombres por medio de sacrificio de Cristo y así establecer el nuevo pacto por medio del cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Esta paz gratuita es nuestra oportunidad de permanecer quietos, confiados y seguros en este presente y en el futuro, ante cualquier circunstancia e inclusive en medio de la ejecución de la soberanía de Dios, su paz es la muestra del gobierno de Dios en todas las cosas y también en medio de nuestros pensamientos, y es la manera decirle a nuestro corazón “no te turbes solo confía en él” la instrucción más recurrente de Dios en todas las escrituras es: “no temas”.
“Jesús ha salido a nuestro encuentro con su paz que el mundo no puede dar, para llevarnos a Dios a pesar de nuestro pecado contra Dios” cuando no buscábamos a Dios él nos buscó por medio de Cristo; inclusive nuestro más sincero deseo de buscar a Dios no nació en nosotros sino en Dios mismo para darnos su paz.
Jesús hace una diferencia entre su paz y la paz del mundo; esto apunta a que la paz del mundo tiene condiciones terrenales y pasajeras; por otro lado, la paz que Jesús da tiene consecuencia eternas y de bien a nuestro favor hoy y para siempre y para la gloria de Dios.
Alex Díaz
Alex es pastor consejero y maestro de Biblia, actualmente está cursando la Maestría en Divinidad con énfasis en Misiones y Evangelismo, en The Southern Baptist Theological Seminary. Está casado desde hace 17 años con Ana Laura Sánchez y sus dos hijos Fernando y Elías son jóvenes adolescentes; puedes seguirlo en sus redes:
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