¿SOMOS SIERVOS PARA SU GLORIA?
February 7, 2019Cada vez que leo un libro por primera vez pienso en las horas que le tomó al autor agrupar todas la ideas de la obra que tengo en mis manos; pienso en la cantidad de revisiones, en las dudas que tuvo, en los posibles capítulos que dejó de agregar al libro y en la cantidad de días que pasó frente a su computadora; que en muchas de las ocasiones son horas que la familia del autor cede para que se logre la meta de plasmar ideas, experiencias vividas y enseñanzas que, en su conjunto, formen un libro.
Leer es parte fundamental de mi diario vivir y como consecuencia disfruto mucho aquellos libros que tienen una enseñanza bíblica práctica, pero a su vez profunda; son estos dos elementos que me impulsan a una introspección frente a las escrituras; y sin duda alguna Siervos para su Gloria del Pastor Miguel Núñez tiene esos dos elementos.
Uno de los sellos particulares de los libros del Pastor Núñez, es que tienen una didáctica objetiva con la finalidad de dejar de manera clara y práctica cada enseñanza; esto lo podemos encontrar en términos particulares que nos llevan a una meditación y aplicación, la frase que dirige como pequeño timón la enorme barca de este libro es:
“Antes de hacer tienes que ser”
El Pastor Núñez, hace de esta frase la guía de los catorce capítulos del libro, con el propósito de mantener una sola línea de pensamiento, pero a la vez una dinámica de enseñanza práctica, que anima a que cada lector “Sea” antes de comenzar el quehacer del diario vivir.
Aunque cada capítulo tiene una importancia y relevancia; quiero hacer mención de dos que me fueron de gran ayuda.
Capítulo Dos: “Sé un siervo con un mundo interior organizado” (pág. 33).
- El uso del tiempo.
Comúnmente buscamos organizar todo aquello en nuestro mundo exterior olvidando nuestro mundo interior, un ejemplo de ello es el uso del tiempo; haciendo referencia a Efesios 5:15 el Pastor Núñez enseña que:
“Lo que no usamos ayer, no lo volveremos a tener jamás” (pág. 34).
Pablo exhortó a los Efesios a bien usar su tiempo: “porque los días son malos” y sí, eso era la definición de los tiempos vividos durante el primer siglo de la era de la iglesia. Podemos decir que los tiempos actuales son evidentemente malos… donde la manera de pensar es que a lo malo se le dice “bueno” y a lo bueno “malo”, lo que limita nuestro entendimiento a pensar en lo momentáneo y no en lo eterno.
En una ocasión, escuché en una exposición la frase: “la forma, es fondo…” la forma en cómo usamos el tiempo identifica el fondo de nuestro corazón, así que no es poca cosa decir que necesitamos ser siervos con un mundo interior organizado pues eso identifica que la organización de nuestras prioridades está en armonía con la persona de Jesús o no lo está; y la forma como usamos el tiempo no es un asunto trivial, por el contrario, es un asunto prioritario que debe ajustarse cada día a la luz de las escrituras.
- La toma de decisiones.
Sin duda alguna que tomar una decisión es en muchas ocasiones difícil; pero también tomamos decisiones tan a la ligera que no tomamos tiempo ni siquiera para reflexionar antes de tomarla.El Pastor Núñez enseña que:
Esta premisa nos enfrenta a la realidad de que Dios está tan presente en nuestro diario vivir que él no es ajeno nunca a nada de lo que nos acontece, las decisiones que tomemos hoy tendrán una afectación en nuestro futuro inmediato, a mediano o largo plazo; por lo que tener presente la premisa de que: “toda decisión tiene una dimensión espiritual” nos mantendrá sobrios, y como un catalizador nos ayudará a filtrar las decisiones que tomemos a la luz de la realidad espiritual de Dios y de la nueva naturaleza que nos ha dado solo en Cristo.
Con esta premisa el Pastor Núñez, nos anima a una vida piadosa por medio de la oración y la lectura de la palabra como recursos imprescindibles, los cuales renovarán nuestro entendimiento y nos darán una cosmovisión cristiana informada por las escrituras.
Capítulo Cuatro: “Sé un siervo apartado” (pág. 69)Siempre que hablamos de santidad existe resistencia al tema y, entiendo que suceden dos cosas:
- Ante la resistencia se ha generado una ignorancia de qué es la santidad.
- La ignorancia ha creado una indiferencia a la santidad.
A pesar de esta conclusión, en los último años Dios está despertando en la iglesia la necesidad de buscar la santidad, pero no teniendo al hombre como el punto de partida para ejercitarse en santidad sino todo lo contrario, teniendo como punto de partida y destino final a Dios mismo.
Aprecio mucho la manera en la que aborda el Pastor Núñez el tema de la santidad en el capítulo cuatro, realmente podemos encontrar una inspiración y verdadero ánimo para conocer qué es la santidad y ejercitarnos para cumplir el mandamiento de 1Pedro 1:15-16.
Dice él que: “Dios es el autor de nuestra salvación como de nuestra santificación” (pág. 70) casi por completo hemos olvidado la parte número dos de esta frase, ver a Dios como el autor de nuestra santificación, nos impulsa a una dependencia absoluta, constante y vibrante, hacia Él.
Esta frase me hizo entender que: “Siendo verdaderamente salvo por la fe en Jesucristo, entonces seré santificado por el Espíritu de Dios a imagen de Jesucristo, respondiendo con una vida piadosa constante que exalte a Dios” es decir la soberanía de Dios en su elección, impulsa en mí una vida piadosa, lo cual hace congruente la decisión de Dios.
Hace unos meses un alumno de seminario al finalizar la clase se me acercó para preguntarme:
¿Cómo es que la Soberanía de Dios en su elección por mí, no invalida mi responsabilidad de buscar la santidad?
Sin dudar, me senté con este alumno y le dije: “Dios es el autor de tu salvación como de tu santificación” sin embargo a diferencia de la salvación en donde no intervenimos para obtenerla, pues solo por fe somos salvos, en la santificación, ahora como hijos de Dios le respondemos responsablemente con una vida piadosa.
De manera puntual el Pastor Núñez señala que: “Aquellos que somos elegidos por Dios para servirlo no podemos olvidar que Él demanda de nosotros que modelemos una vida de consagración delante de su pueblo” (pág. 72)
Un libro como este, es uno que debemos leer de manera constante, tanto como consulta, estudio personal y para grupos de liderazgo en la iglesia.
Quiero recomendarte ampliamente este libro, encontrarás al final de cada uno de los capítulos una reflexión final, eso dejará claro el mensaje y la enseñanza de cada capítulo.
Si eres Pastor, tienes un liderazgo, o te congregas en la iglesia, no tengo ninguna duda en decirte que este libro del Pastor Núñez será de ayuda, consejo y edificación en tu vida y ministerio como es en la mía.
Alex Díaz
Alex es pastor consejero y maestro de Biblia, actualmente está cursando la Maestría en Divinidad con énfasis en Misiones y Evangelismo, en The Southern Baptist Theological Seminary está casado desde hace 17 años con Ana Laura Sánchez y sus dos hijos Fernando y Elías son jóvenes adolescentes; puedes seguirlo en sus redes:
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