Desafío del amor para Padres – Día 14
April 20, 2020Día 14
El amor es compasivo
Salmo 103:13
“Como un padre se compadece de sus hijos, así se compadece el Señor de los que le temen.”
” Tu amor debería disipar toda duda en tus hijos de que tomas en serio sus cargas. Deben verte como un oasis de cuidado e interés, en lugar de un desierto seco que no ofrece ningún alivio”
Sin importar la edad, en nuestra naturaleza humana siempre se generarán temores, y es normal sentir miedo sobre las cosas que no podemos controlar, lo que no debe pasar es que vivamos permanentemente atemorizados.
Con la pandemia que estamos viviendo, nuestros corazones pueden inundarse de temor, que inconscientemente transmitimos a nuestros hijos, y es el mismo temor, que sentían los discípulos estando en la barca en medio de la tormenta y por ello deberíamos descansar sabiendo que Jesús está en control.
Muchos recordarán aquella canción que aconseja pensar en nuestras cosas favoritas para olvidar nuestros más grandes miedos, y probablemente es lo que estamos haciendo con nuestros hijos en estos tiempos difíciles, hemos buscado las maneras más creativas para sobrellevar esta cuarentena haciendo cosas que les gusten para que no les afecte esta pandemia; sin embargo, es un remedio momentáneo, el remedio infalible sigue siendo el mismo que usaron los discípulos en medio de la tormenta, recurrir a Jesús, porque solo él puede dar paz y calmar nuestro corazón. Enseñemos a nuestros hijos a depender de Dios en cualquier susto, pesadilla, temblor, tormenta eléctrica, o pasillo obscuro, quizá nosotros mismos no estemos cerca cuando ellos sientan temor, pero Jesús está a una oración de distancia y es uno de los hábitos espirituales que necesitan estar arraigados en el corazón de nuestros hijos, es de las herramientas más valiosas que les podemos dejar.
Es importante, que siempre le demos la importancia que demanda a cada situación, y que enseñemos a nuestros hijos a darle su justa medida a las cosas; lo que ellos sienten es genuino, y debemos validar cada una de sus emociones, nunca demeritarlas o mitigarlas. A veces como padres solemos utilizar en automático, la frase: “ya no llores” pero debemos de ser muy sensibles a lo que nuestros hijos están experimentando en su corazoncito, no son adultos, y dejar de llorar no siempre va a ser la solución, cuando la situación amerite unas cuantas lágrimas, sean compasivos y consuélenlos, y ya con más calma podrán hablar y resolver.
Los autores advierten, que en ocasiones, el miedo puede ser una herramienta que nos impulsa a crecer y avanzar, y nosotros como padres debemos identificar aquellas situaciones en donde hay que “…intervenir y rescatarlos en lugar de abandonarlos en un pozo” para que se ingenien la manera de salir. Es decir, habrá circunstancias “necesarias” que nos generen un nivel de temor sano, en las que ellos necesitan buscar la salida, dejando de lado la autocompasión y resuelvan el acertijo por su cuenta.
Examínate
¿ Has identificado a qué le tienen miedo tus hijos?
¿Cómo reaccionan tus hijos cuando tienen miedo?
¿Cómo reaccionas tú como padre, ante sus miedos?
Reto adicional #Cuarentena
Platiquen en familia ¿cuáles son sus más grandes miedos? Eviten toda clase de burlas entre hermanos, y ustedes como padres, no le resten valor a las respuestas de sus hijos. Ellos al escuchar que ustedes también son vulnerables y tienen miedos, se sentirán identificados. Busquen previamente versículos de aliento para momentos así como Mateo 11:28-30 o Salmo 23 y hagan el reto de memorizarlo. Lo ideal es que lo escriban o impriman en una hoja e incluso lo incluyan como un cuadro decorativo en casa , para que lo tengan siempre a la vista. También busquen en línea cantos de alabanza que les ayuden a recordar tanto a sus hijos como a ustedes que Dios consolará sus corazones en cualquier circunstancia.
A diario compartiremos un extracto diferente del libro “El desafío del amor para padres” donde encontrarás valiosas estrategias de crianza basadas en principios bíblicos y un reto adicional para esta cuarentena.